Tengo una corazonada

A Madrid, a España, no creo que vayan a concederle los Juegos Olímpicos de 2016. Quizá Rio de Janeiro, Sudamérica sería un buen mercado hasta ahora muy abandonado por el espíritu olímpico. O quizá Chicago, la gente es muy mitómana y seguidista y estoy seguro que más de uno se rendirá a los pies de Obama. Eso si, mientras tanto aqui en España, circo para el pueblo. Si pensamos en olimpiadas no pensamos en ineptos y mangantes que pueblan nuestra política.

Las hijas de Zapatero

La atención mediática recibida por estas dos niñas es directamente proporcional a lo poco que nos interesa en este pais la politica.

Tenemos una crisis que lentamente destruye cimientos económicos que me temo estaremos sufriendo durante décadas. Se aprueba en el consejo de ministros una subida de los impuestos que ni fomenta el ahorro (subida del impuesto a los ahorros) ni fomenta el consumo (subida en el impuesto al producto).

Tenemos una medida gubernamental que nuestros políticos solo pueden justificar en el recaudar más para poder dar más ayudas a los necesitados en esta crisis.

Una medida que no esta orientada a revertir la situación sino más bien a que el gobierno tenga fondos para ganar votos por mucho que dure la crisis.

Pero no obstante hablamos de las hijas de Zapatero con el fervor que hablamos de la hija de Belen Esteban.

A mi personalmente me importan lo mismo unas que la otra. A mi personalmente me da lo mismo si salen o no en fotos, si Rodriguez Zapatero es capaz de parar rotativas como hace unos años cuando las cosas le venian de cara o ahora los medios que tan afines a él eran se ciscan en sus intenciones. Me importa bien poco si ZP ha perdido su carta blanca. Si ha caido del pedestal de la nueva era de política social, vacia y mediática. Si sus bufones del cine español haran una obra de teatro vestidos de negro e invocando a satanas. Si Sonsoles les da de comer pollo o les prepara fiestas de cumpleaños.

A mi lo que realmente me importa es que no quiero pagar más impuestos para que todo me cueste más, para que mis ahorros mengüen más, para cobrar menos y para que a la postre, tenga que engrosar la lista de los que necesita ayudas sociales del estado.

Comenzando la aventura

De las opiniones vertidas por mi, solo yo soy responsable, de las opiniones vertidas por vosotros solo vosotros sereis responsables. Del resto, no me responsabilizo.